"UN HOGAR SIN LIBROS ES COMO UN CUERPO SIN ALMA"
"VEO QUE ME HA SUCEDIDO LO MISMO QUE OCURRE A LOS MANUSCRITOS PEGADOS EN SUS ROLLOS TRAS LARGO TIEMPO DE OLVIDO:HAY QUE DESENROLLAR LA MEMORIA Y DE VEZ EN CUANDO SACUDIR TODO LO QUE ALLÍ SE HALLA ALMACENADO"
SENECA-

domingo, 4 de diciembre de 2011


Samuel Beckett.


(Dublín, 1906-París, 1989) Novelista y dramaturgo irlandés. Estudió en la Portora Royal School, y luego, ingresó en el Trinity College de Dublín, donde obtuvo la licenciatura en lenguas románicas. En París escribió un ensayo crítico sobre Marcel Proust y conoció a su compatriota James Joyce.

En 1942, huye de la Gestapo para afincarse en el sur de Francia, que estaba libre de la ocupación alemana, donde escribió su novela Watt. Finalizada la contienda, se entregó de lleno a la escritura: terminó la trilogía novelística Molloy, Malone muere y El innombrable, y escribió dos `piezas de teatro

La difícil tarea de encontrar editor  se resolvió en 1951, cuando su compañera, Suzanne Deschevaux-Dumesnil, que más tarde se convertiría en su esposa, encontró uno para Molloy. El éxito de esta novela propició la publicación de otras, y en especial dio pie a la representación de Esperando a Godot en el teatro Babylone de París; el resonante éxito de crítica y público que obtuvo la obra le abrió las puertas de la fama.

Rompió  con las técnicas tradicionales dramáticas y la nueva estética que propuso le acercaron a Ionesco, y provoco la etiqueta de  teatro del absurdo. Se trata de un teatro sin acción ni trucos escénicos, con decorados desnudos de carácter simbólico, personajes esquemáticos y diálogos apenas esbozados. Es la apoteosis de la soledad y la insignificancia humanas, sin el menor atisbo de esperanza.

La segunda guerra mundial produjo una fuerte sacudida de las conciencias. Esa masacre inútil hizo tambalear todos los valores, la fe en el hombre y en el futuro de la humanidad; asi mismo los intelectuales buscaron nuevos derroteros para salvar lo poco que  quedaba en los rescoldos de la hoguera.

Una de las consecuencias del conflicto fue la aparición  del pensamiento existencialista preguntándose sobre el destino del hombre en un mundo donde prevalecía el absurdo y el sin sentido. Esta filosofía ocupo rápidamente el arte y la literatura y el teatro: Los primeros frutos del Existencialismo en esta rama de la cultura fue el teatro del absurdo cuyo primer representante fue Eugene Ionesco con “La Cantante Calva”. Este teatro propuso una visión de la realidad como algo sin sentido dentro del cual se desarrollaba la vida humana carente de significado y finalidad.

Aparece luego “Esperando a Godot”, del dramaturgo Irlandés Samuel Beckett, que constituye una obra maestra del teatro contemporáneo.

La Frase

Casi al final del primer acto, Didi y Gogo esperan a Godot a un lado del camino, en la monotonía del páramo, apenas rota por el árbol que nace a un lado de ellos. El Muchacho acaba de irse, luego de avisarles que Godot no llegará ese día. Súbitamente se hace de noche y, bajo una luna pálida, Gogo parafrasea un par de versos de "A la luna", de Shelley. (Beckett sólo incluyó ese pasaje en la versión inglesa.) El poema íntegro dice:



“¿Estás pálida de hastío
de escalar el cielo y contemplar
la tierra,
vagando sin compañía
entre estrellas de orígenes distintos,
y siempre cambiando, como un ojo
sin alegría
que no encuentra un objeto digno de
su constancia?”





“Silencio. VLADIMIRO da un repentino salto hacia delante y el muchacho se

escapa como una flecha. Silencio. El sol se pone; sale la luna. VLADIMIRO permanece inmóvil.

ESTRAGON se despierta, se descalza, se levanta con los zapatos en la mano y los pone ante la batería; va  hacia VLADIMIRO y le mira.)

ESTRAGON.-¿Qué te pasa?

Ensoñadoramente, el enterrador prepara sus herramientas. Hay tiempo para envejecer. El aire está lleno de  nuestros gritos. (Escucha.) Pero la costumbre los acalla. (Mira a ESTRAGON.) A mí también me mira otro,  diciéndose: —Duerme y no sabe que duerme.“ (Pausa.) No puedo continuar. (Pausa.) ¿Qué he dicho? (Va de un lado a otro agitadamente; al fin se para junto al lateral izquierdo y mira a lo lejos.)

(Por la derecha entra el MUCHACHO del día anterior. Se para. Silencio.)

MUCHACHO. ~Señor... (VLADIMIRO se vuelve.) Señor Alberto...

VLADIMIRO.-Vuelta a empezar. (Pausa. Al MUCHACHO.) ¿Me reconoces?

MUCHACHO.-NO, señor.

VLADIMIRO.-¿Viniste ayer?

MUCHACHO.-No, señor.

VLADIMIRO.-¿Es la primera vez que vienes?

MUCHACHO.-Sí, señor.

(Silencio.)

VLADIMIRO. -¿De parte de Godot?

MUCHACHO. Sí, señor.

VLADIMIRO.-¿No vendrá esta noche?

MUCHACHO.-NO, señor.

VLADIMIRO.-Pero ¿vendrá mañana?

MUCHACHO.-Sí, señor.

VLADIMIRO.-¿Con toda seguridad?

MUCHACHO.-Sí, señor.

(Silencio.)

VLADIMIRO.-¿Te has encontrado con alguien?

MUCHACHO.-NO, señor.

VLADIMIRO.-Otros dos... (Duda.) Hombres.

MUCHACHO.-No he visto a nadie, señor

(Silencio.)

VLADIMIRO.-¿Qué hace el señor Godot? (Pausa.) ¿Oyes?

MUCHACHO.-Sí, señor.

VLADIMIRO.-Y ¿qué?

MUCHACHO.-No hace nada, señor.

(Silencio.)

VLADIMIRO.-¿Cómo está tu hermano?

MUCHACHO.-Está enfermo, señor.

VLADIMIRO.-Quizá fuera él quien vino ayer.

MUCHACHO.-No lo sé, señor

(Silencio.)

VLADIMIRO.-¿Tiene barba el señor Godot?

MUCHACHO.-Sí, señor.

VLADIMIRO.-¿Rubia o... (Duda.) morena?

MUCHACHO.-(Dudando.) Me parece que es blanca, señor.

(Silencio.)

VLADIMIRO.-Misericordia.

(Silencio.)

MUCHACHO.-¿Qué debo decirle al señor Godot, señor?

VLADIMIRO.-Dile... (Se corta.) dile que me has visto y que... (Medita.), que me has visto. (Pausa.

VLADIMIRO avanza y el MUCHACHO retrocede. VLADIMIRO se para y el MUHACHO también.) Dime:  ¿Estás seguro de haberme visto?

(Silencio. VLADIMIRO da un repentino salto hacia delante y el muchacho se

escapa como una flecha. Silencio. El sol se pone; sale la luna. VLADIMIRO permanece inmóvil.

ESTRAGON se despierta, se descalza, se levanta con los zapatos en la mano y los pone ante la batería; va  hacia VLADIMIRO y le mira.)

ESTRAGON.-¿Qué te pasa?”



La Obra


Leyendo  a “Esperando a Godot”, su particular puesta en escena, me trae a la  memoria las campañas políticas  donde los candidatos ofrecen de todo, y sus ofertas, después del triunfo electoral, nunca llegan. Es guardadas las distancias de interpretación como la definición de estupro: “prometer para meter y después de metido no cumplir lo `prometido”.

“Esperando a Godot” se divide en dos actos en los que aparecen dos personajes vagabundos, Vladimir y Estragón que esperan inútilmente junto a un camino a Godot. Los asistentes a la representación nunca llegaremos a saber quién es este sujeto, ni qué tipo de asunto ha de tratarse con él, y, por supuesto, nunca aparece. Mientras esperan, Vladimir y Estragón hablan entre si, hacen juegos circenses y proyectan suicidarse. En cada acto se encuentran, también,  con  el tirano Pozzo y su esclavo Lucky. Aparece también un joven que avisa a los protagonistas de que  Godot no vendrá hoy, pero mañana seguro que si…

El argumento de la obra, aparentemente sin sentido, revela la condición de los personajes, su vacio vital, su desesperanza, el sin sentido de la vida. En síntesis, la obra es un  angustioso interrogante sobre el sentido de la vida y la esperanza, una esperanza que siempre será vana e inútil.