"UN HOGAR SIN LIBROS ES COMO UN CUERPO SIN ALMA"
"VEO QUE ME HA SUCEDIDO LO MISMO QUE OCURRE A LOS MANUSCRITOS PEGADOS EN SUS ROLLOS TRAS LARGO TIEMPO DE OLVIDO:HAY QUE DESENROLLAR LA MEMORIA Y DE VEZ EN CUANDO SACUDIR TODO LO QUE ALLÍ SE HALLA ALMACENADO"
SENECA-

miércoles, 14 de diciembre de 2011


Víctor Hugo: (1802-1885).
"LOS MISERABLES"

Poeta, novelista y dramaturgo francés cuyas  obras constituyeron un gran impulso al romanticismo. Hugo nació el 26 de febrero de 1802, en Besançon, y fue educado tanto con tutores privados como en escuelas públicas de París.  En 1817 la Academia francesa le premió un poema y, cinco años más tarde, publicó su primer volumen de poemas, Odas y poesías diversas, que fue seguido por los poemas de Odas y baladas (1826). En el prefacio de su extenso drama histórico Cromwell (1827), Hugo plantea un llamamiento a la liberación de las restricciones que imponían las tradiciones del clasicismo. Este encendido llamamiento se convirtió muy pronto en el manifiesto del romanticismo. La censura recayó sobre la segunda obra teatral de Hugo, Marion de Lorme (1829), basada en la vida de una cortesana francesa del siglo XVII, por considerarla demasiado liberal. Hugo se resarció de la censura el 25 de febrero de 1830, cuando su obra teatral en verso, Hernani, tuvo un multitudinario estreno que aseguró el éxito del romanticismo.

El período comprendido entre 1829-1843 fue el más productivo de la carrera de Víctor Hugo. Su gran novela histórica Nuestra Señora de París (1831), que se desarrolla en el París del siglo XV, le hizo famoso y le condujo al nombramiento de miembro de la Academia francesa en 1841. En otra novela de esta etapa, Claude Gueux (1834), condenó elocuentemente los sistemas penal y social de la Francia de su tiempo. Escribió varios volúmenes de poesía lírica que fueron muy bien recibidos. Entre ellos se cuentan Orientales (1829), Hojas de otoño (1831), Los cantos del crepúsculo (1835) y Voces interiores (1837). Obras teatrales de gran éxito suyas son : El rey se divierte (1832), el drama Lucrecia Borgia (1833) y el melodrama Ruy Blas (1838).

Víctor Hugo por razones diversas, fundamentalmente familiares, se alejó de la poesía y se dedicó de un modo más activo a la política.  En 1845 fue nombrado par de Francia por el rey Luis Felipe, pero cuando se produjo la revolución de 1848, Hugo era ya republicano. En 1851, después del fracaso de la revuelta contra el presidente Luis Napoleón, más tarde emperador con el nombre de Napoleón III, Hugo hubo de emigrar hacia Bélgica. En 1855 dio comienzo su largo exilio de quince años en la isla de Guernsey.
Durante estos años, Hugo escribió la feroz sátira, Napoleón el pequeño (1852), los poemas satíricos Los castigos (1853),  y el primer volumen de su poema épico La leyenda de los siglos (1859-1883). En Guernsey completó su  famosa obra, Los miserables (1862), una novela que describe vívidamente, al tiempo que condena, la injusticia social de la Francia del siglo XIX. Hugo regresó a Francia después de la caída del Segundo Imperio en 1870, y reanudó su carrera política.

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Las obras de Víctor Hugo marcaron un decisivo hito en el gusto poético y retórico de las jóvenes generaciones de escritores franceses, y todavía es considerado como uno de los poetas más importantes de este país. A su muerte  el 22 de mayo de 1885, Víctor Hugo se había convertido  en la personificación de la Republica Francesa, en el símbolo de la sociedad de su siglo, en un mito.

La vida de Víctor Hugo, dada su inmensa obra, no fue la de un monje dedicado a escribir durante años de día y de noche, todo lo contrario, fue en exceso agitada. En su vida hizo casi tantas cosas como su imaginación fantaseo: Siempre se las arreglo para estar en el centro de los acontecimientos, en el torbellino de la vida como protagonista o como testigo de excepción. Según cuentan sus biógrafos su sola vida amorosa fue tan intensa y variada que causa asombro pues se acostó con damas de la más diversa condición desde  marquesas a  sirvientas con “imparcialidad democrática” como afirma Vargas Llosa, a tal punto que, a sus 83 años se escapo de la casa para hacer el amor con una camarera de su antigua amante Juliette Drouet. Comenta  Henry Guillemin en su libro Hugo y la sexualidad que  en el exilio de  Guernesey, el poeta, pese ha haber llevado consigo a su mujer Adele y a su amante Juliette, entablo  un constante comercio de  relaciones intimas con damas locales o de paso. El pagaba las prestaciones de conformidad con un estricto esquema: Si la joven se dejaba mirar solo los pechos le daba unos pocos centavos.Si se desnudaba del todo pero no podía tocarla recibía  cincuenta centavos. Si podía tocarla, pero sin acostarse con ella,  un franco. Y si la relación llegaba a mayores la retribución podía llegar hasta los dos francos. Estos hechos, descritos en sus carnets secretos,  acercan el genio al común de los mortales, al hombre con todos sus defectos y virtudes.


La Frase:

“Mientras que  a consecuencia de las leyes y las costumbres, exista una condenación social, creando artificialmente, en plena civilización, infiernos, y complicando con una humana fatalidad el destino, que es divino; mientras no se resuelvan los tres problemas del siglo: la degradación del hombre en el proletariado, la decadencia de la mujer por las desigualdades ,la falta de cultura y el hambre, la atrofia del niño por las tinieblas, en tanto que en ciertas regiones sea posible la asfixia social; en otros términos y bajo un punto de vista más dilatado todavía, mientras haya sobre la tierra ignorancia y miseria, los libros de la naturaleza del presente podrán no ser inútiles.”

“Las faltas de las mujeres, de los hijos, de los criados, de los débiles, de los pobres y de los ignorantes, son las faltas de los maridos, de los padres, de los amos, de los fuertes, de los gobernantes, de los ricos y de los sabios…. Si un alma sumida en las tinieblas comete un pecado, el culpado no es en realidad el que peca, sino el que no disipa las tinieblas”.

“-Sí. Las brutalidades del progreso se llaman revoluciones. Pero cuando han concluido se reconoce que el género humano ha sido maltratado, pero ha marchado.”

“La filosofía social es esencialmente la ciencia de la paz: tiene por objeto, y debe tener por resultado, disolver la cólera en el estudio del antagonismo; examina, escudriña, analiza y después recompone; procede por vía de reducción, separando siempre el odio.”





La Obra:

Los Miserables:

Dice Víctor Hugo  que en su obra pretende «combinar el drama con la epopeya, que la obra sea pintoresca pero a la vez poética, real pero ideal y verdadera pero grandiosa».

Los Miserables vió la luz pública en 1862, en tres etapas: aparece la primera parte «Fantine», el 3 de abril, después «Cossette» el 15 de mayo y las tres últimas partes, «Marius», «El idilio de la calle Plumet» y «La epopeya de la calle Saint-Denis», el 30 de junio de ese mismo año. A su vez, las partes se dividen en libros y estos en capítulos, de pocas páginas de extensión.

El eje principal de la obra, es Jean Valjean que posteriormente se convertiría en monsieur Madeleine, llegando a ser alcalde de Montreuil-sur-Mer. En torno a él giran todos los acontecimientos de esta novela así como los personajes principales de la misma: Fantine, natural del mismo pueblo antes citado, que se fue a París a buscar trabajo, pero la expulsaron de la fábrica cuando se enteraron de que estaba embarazada de su hija; Cossette, a quien Fantine tuvo que confiar a los Thénardier para que la criasen porque ella no podía; el joven revolucionario Marius, hijo del Barón de Pontmercy, dado por muerto en la Batalla de Waterloo, el cual se enamora de Cossette, a la que pide en matrimonio y, por último, está el implacable policía Javert, fiel servidor de la justicia, que anda tras la pista de Jean Valjean y cree reconocerlo en el alcalde de Montreuil-sur-Mer.

Las personalidad de Jean Valjean va evolucionando, de ser un reo que pasó diecinueve años en prisión tras varios intentos de fuga, a ser una persona honrada que ayuda y da trabajo a sus convecinos llegando a convertirse en su alcalde. Todo este cambio se produce gracias a la intercesión del obispo Bienvenu que, en vez de denunciarle por el robo de su plata lo manda dejar libre y, más aún, le da los candelabros que no le había robado pero, al mismo tiempo le dice que «ya no pertenecéis al mal sino al bien, yo compro vuestra alma y la libro de vuestras negras ideas y de la perdición y la consagro a Dios». Este desconcierto que en él se produce no impide que tenga un incidente con el pequeño saboyano Gervais, al que le roba una moneda de cuarenta dineros pero dándose cuenta de la fechoría que había cometido intenta remediarlo, mas ya era tarde.

La sociedad de esta época, cambia: emigra del campo a la ciudad, donde hay más posibilidad de encontrar trabajo. Es la época en que empieza la revolución industrial pero, al mismo tiempo, es una época de miseria, donde la gente tiene lo justo para su sustento y el que no lo tiene, como era el caso de Jean Valjean, necesita robar a los demás para dar de comer a su familia, pero la justicia, hoy como ayer, no entiende de miserias y es detenido y llevado a presidio. La miseria hace que todos se unan y marchen en una misma dirección y llegue su triunfo final, epopeya que sucede en las barricadas de París durante la revolución Francesa de 1789.








domingo, 11 de diciembre de 2011


GUSTAVE FLAUBERT.



Gustave Flaubert nació el 12 de diciembre de 1821, en Ruán, Normandía, y murió el 8 de mayo de 1880, en Croisset, una casa de campo en las cercanías de Ruán, adonde vivió con su familia, casi toda su vida, pues tenía que llevar una vida tranquila por problemas de salud.

La obra más importante de su producción, "Madame Bovary - Costumbres Provincianas", fue escrita en 1857. Toma como escenario la burguesía del Siglo XIX a la que describe con detalles de lo observado, y muestra el adulterio y el suicidio, la monotonía y las desilusiones de la vida cotidiana y otros temas que -si salían a la literatura- escandalizaban, lo que le valió el tener que enfrentar un juicio por ofensas a la moral pública y a la religión.

Si bien "Madame Bovary" es la más conocida de las novelas de Flaubert, también escribió obras tales como la novela histórica "Salambó" (1862), la novela "La educación sentimental" (1869), "La tentación de San Antonio" (1874), tres narraciones cortas publicadas con el título de "Tres cuentos" (1877) y dos trabajos editados póstumamente, la novela inacabada "Bouvard y Pécuchet" (1881) y "Diccionario de lugares comunes" (1911) y sus cartas, publicadas póstumamente, "Correspondencia" (4 volúmenes, 1887-1893).

La Frase:




"Siempre he procurado vivir en mi torre de marfil. Pero una marea de mierda bate ahora sus muros hasta el punto de derrumbarla. No se trata de política, sino del estado mental de Francia".
“Ser estúpido, egoísta y estar bien de salud, he aquí las tres condiciones que se requieren para ser feliz. Pero si os falta la primera, estáis perdidos”.

“¿Hay ideas tontas e ideas grandes?

¿No dependerá acaso de cómo se llevan a la práctica?”

Gustave Flaubert.

La Obra:


Este libro —dirá Maupassant— toca todo lo que hay de más grande, de más curioso, de más sutil y de más interesante en el hombre: es la historia de la idea en todas sus formas, en todas sus manifestaciones, en todas sus transformaciones, en su debilidad, en su fuerza (Le Gaulois, 6-IV-1881).



.Bouvard y Pécuchet

Se cumplen 190 años del natalicio del escritor francés, con un merecido lugar entre los clásicos no sólo por haber creado a Emma Bovary sino por La educación sentimental. Sin embargo, al volver sobre su obra a veces nos olvidamos de Bouvard y Pécuchet, la inacabada novela publicada hace 130 años, obra que debiéramos releer de fin de año, para cerrarlo con satisfacción.

Tan importante es ésta novela que está reseñada en las Obras completas de Borges con el artículo “Vindicación de Bouvard y Pécuchet”, donde exalta el talento de Flaubert para escribir una “historia engañosamente simple”. “Las negligencias o desdenes o libertades del último Flaubert han desconcertado a los críticos; yo creo ver en ellas un símbolo. El hombre que con Madame Bovary forjó la novela realista fue también el primero en romperla (…) la obra mira, hacia atrás, a las parábolas de Voltaire y de Swift y de los orientales y, hacia delante, a las de Kafka”.  ¿Se propuso Flaubert hacer una revisión de todas las ideas modernas  sobre la novela y murió en el epílogo? No lo sabemos. Lo cierto es que  dejó muestras de la dimensión de su capacidad narrativa, de su comprensión del mundo y del alma humana.

Bouvard y Pécuchet  es una obra magistral, es  la historia de dos almas gemelas, pero, a medida que avanza la novela, el lector empieza a descubrir la farsa filosófica creada por Flaubert: la acción comienza en 1839. Bourard y Pécuchet se sientan casualmente una tarde de mucho calor en el mismo banco de una calle de París, empiezan a conversar y se sorprender de todas las cosas que les unen: ambos tienen 47 años, ambos son copistas en oficinas grises y viven solos (uno es viudo sin hijos y el otro soltero). Se hacen amigos, y gracias a la herencia que recibe Bourard pueden dejar la capital e instalarse en una casa de campo. Aquí empezarán interesándose por la agricultura, pero desoirán los consejos de los lugareños y se guiarán por la lectura de manuales agrícolas. Fracasarán y este será el comienzo de una intensa serie de fracasos en prácticamente todas las disciplinas del saber humano. Bouvard y Pécuchet son dos imbéciles que, al igual que Alonso Quijano, quieren vivir según lo aprendido en los libros. La obra es una exploración a los límites de la ingenuidad, la imbecilidad, la ignorancia y la filosofía.

El talento de los protagonistas de esta obra radica en  que dejan sus trabajos y se retiran al campo a disfrutar de una herencia. Sin embargo, más que trabajar el agro para adquirir buenas cosechas  empiezan a cultivar su propio pensamiento sin habérselo propuesto. Y en la medida que iban teniendo mas conocimientos mas se enredaban  en sus propósitos... Se consultaban mutuamente, investigaban en  un libro, pasaban a otro, y después no sabían qué resolver ante la divergencia de opiniones.

Pasan mucho tiempo en estas disquisiciones y consideraciones hasta que la granja los devora y para librarse de aquel sino trágico acuden a todos lo saberes agrícolas hasta que se dan por vencidos y terminan en ciencias como química, anatomía, medicina, fisiología. Y cada libro, cada estudio, cada debate les genera mayores interrogantes y mayor confusión hasta que Boubard afirma:“Los resortes de la vida están ocultos para nosotros”.

En largas jornadas de reflexión  revisan las teorías de la creación del mundo, la arqueología, la geología, el origen del hombre, el arte, la historia, la política , la gramática. Incluso abordan gimnasia, espiritismo, magnetismo, esoterismo y magia.  Es el transito inesperado de la vida misma. Siempre los  personajes inmersos en una sociedad decadente, en transformación, buscando su propia identidad mental y espiritual. Por algo Bouvard piensa que “no se sabe nada de un hombre en tanto se ignoran sus pasiones”.  Y por ello se sumergen, sin ningún concierto y sin guía, en el amplio mundo del conocimiento humano.

Flaubert para justificar las utopías de sus personajes afirmo: “Lo espantoso del mundo los desconsolaba y para hacerlo más hermoso lo han padecido todo”, hasta tal punto que, no estudian mas por miedo a mas decepciones y terminan construyendo discursos  sobre la libertad, el amor, las mujeres, la amistad, la religión, la alquimia etc.etc. Sus inteligencias necesitaban una tarea y sus existencias una finalidad. Todo lo vivido se justificaba y Flaubert por eso redondeó anotando: “Las dudas los agitaban, porque si los espíritus mediocres  son incapaces de cometer errores, los errores son propios de los maestros y ¿habrá que admirarlos? ¡Es demasiado! No obstante ¡los maestros son los maestros!”.