"UN HOGAR SIN LIBROS ES COMO UN CUERPO SIN ALMA"
"VEO QUE ME HA SUCEDIDO LO MISMO QUE OCURRE A LOS MANUSCRITOS PEGADOS EN SUS ROLLOS TRAS LARGO TIEMPO DE OLVIDO:HAY QUE DESENROLLAR LA MEMORIA Y DE VEZ EN CUANDO SACUDIR TODO LO QUE ALLÍ SE HALLA ALMACENADO"
SENECA-

martes, 18 de octubre de 2011


Giovanni Bocaccio(1313-1375)

El Autor:

Escritor y humanista italiano, fue hijo natural del mercader florentino Bocaccio da Chellino, al servicio de los Bardi (familia noble), y de una joven francesa. Es considerado el padre de la prosa Italiana, así como el creador de la novela y el renovador de la antigua épica.

Paso su infancia en Florencia, y no tardo en abandonar el comercio por la carrera de leyes y el posterior cultivo de las letra. Su estancia en Nápoles le inspiro el escenario y la atmósfera de las obras evocadoras de la figura de Fiammeta, su amada, presente en gran parte de su producción.

 Regreso a Florencia en 1340, fue testigo en 1348 de la terrible epidemia peste descrita en la introducción de Il Decamerone (1350-1355).



La frase:




Y, ella, que con ocho hombres tal vez unas diez mil veces se había  acostado, se acostó como doncella y le hizo creer que lo era; y luego vivió mucho tiempo con él felizmente como reina. Y por eso se dice: “Boca besada no pierde ventura, es más, se renueva como hace la luna”.

                                                                          La Hija del Sultán

                                                                         El Decamerón.







La Obra:


El Decamerón (1350-1355)

En las obras que hemos citado hasta la fecha faltaba el sexo. Excepción hecha de las tímidas provocaciones de Safo, los vínculos tormentosos, entre marido y mujer, en las tragedias griegas, las románticas escenas en Shakespeare y en otros autores. El erotismo, en el sentido corporal inmediato, no lo hemos encontrado. Es con Bocaccio que encontramos a Eros en todo su esplendor, eros como la fuerza de la vida, Hasta ahora lo habíamos visto como una amenaza para la salvación: La condena de la carne se dejaba sentir con fuerza en San Agustin y en Dante. La carne debía ser domesticada para evitar el infierno tanto en la tierra como en la  vida eterna.

Bocaccio le pone punto final  a esta forma de mirar la vida y nos invita a vivirla plenamente, a sacarle el mayor partido al momento presente. ¡Bocaccio es liberador! Es el primer escritor que celebra la mayor capacidad sexual de la mujer. En sus cuentos el sexo  derriba todos los muros sociales. Las mujeres de bien se acuestan con criados  y mozos de cuadra y luego se plantan desafiantes ante sus maridos. La naturaleza se manifiesta plenamente insistiendo en que debemos aceptar el temperamento sexual. Es esta la visión “primitiva”, normativa si se quiere, de las relaciones entre los sexos, una actividad natural en la que todos están invitados a participar, salvo aquellos  que  voluntariamente se  nieguen a hacerlo. Bocaccio nos devuelve al paraíso del cual habíamos sido arrojados.



Esta obra, recopilación de cuentos dividida en diez jornadas con diez narraciones o historias cada una de ellas va precedida de un prologo dedicado a los amantes desgraciados y a las mujeres y de una introducción donde se expone el argumento que sirve de vínculo a los cien relatos de que se compone. Las devastaciones de la peste es el motivo de que se reúna en sociedad un grupo privilegiado de siete damas y tres caballeros, los cuales, en el retiro del campo, deciden buscar distracción, designando para cada día a un cuentista o narrador. Obra predilecta de la sociedad burguesa de los s. XIV y XV, su técnica realista se  encamina al propósito de dar verosimilitud narrativa a las historias referidas.

Este libro al igual que la "Divina Comedia" de Dante Alighieri o los escritos de Petrarca, anuncian  lo que se llamó más tarde "Renacimiento", rompe con la tradición de escritos místicos predominantes en la época , presentando al ser humano como lo que es, una persona con virtudes y defectos, con sus penas y sus glorias: lo pícaro , lo lascivo , el engaño , grandes amores, en fin, el ser humano al desnudo , no faltando en ocasiones lo cómico y también lo trágico.




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