Henrik
Ibsen
Cristianía,
1906 - Skien, 1828) Dramaturgo noruego, uno de los renovadores del teatro
universal. Desde muy joven era ya un
librepensador. En 1850 fue a estudiar a Cristianía (hoy Oslo). En 1853 aceptó
el puesto de director y dramaturgo de teatro en la ciudad de Bergen y cuatro
años más tarde volvió a Cristianía para dirigir otro teatro que en 1862 cerró
por problemas económicos.
Este fracaso marcó el comienzo de
una nueva época en su vida. Se exzilio voluntariamente durante veintisiete años
por Italia y Alemania ante la falta de perspectivas en su propio pais, período
durante el cual escribió el grueso de su obra. Volvió a Noruega y en 1900
sufrió el primero de una serie de ataques de apoplejía, que afectaron su salud
física y mental. Falleció en 1906 y fue enterrado con honores de jefe de
Estado.
La experiencia que ganó como
director del teatro de Bergen fue
decisiva en su ulterior desarrollo. Como director del teatro de Cristianía, manifestó
autoridad y confianza en sus propias ideas. Esto se advierte en su drama
Los pretendientes de la corona (1863), que forma parte de una serie de
tema histórico y en el que, con reminiscencias shakespearianas, trata el tema
de la dificultad del ser humano de encontrar su misión en la vida.
Con Brand (1866) y Peer Gynt
(1867), dos dramas en verso, Ibsen adquiere un lugar prominente en la
literatura universal. Si Brand representa la toma de posición
apasionada, los temas centrales de Peer Gynt son la duda, la ambigüedad,
la huida al mundo de la fantasía..
En el decenio de 1870 Ibsen abandona el teatro de
ideas por el drama social realista. La primera obra de este período fue Las
columnas de la sociedad (1877), que trata de los conflictos sociales y del
choque de lo antiguo con lo nuevo. Pero el verdadero éxito le llegó con Casa
de muñecas (1879), en la que por primera vez aparece la voz auténtica del
autor. Esta obra escandalizo a la sociedad de su tiempo.
Un enemigo del pueblo (1882) describe la lucha de un individuo decidido a
revelar la verdad pòr encima de
cualquier otro principio. Durante la segunda parte del siglo XIX, su obra
cambió el carácter del teatro europeo regresando al origen Griego y alejándolo
de la parodia en que se había convertido. Otras obras suyas son Catilina
(1850), La comedia del amor (1862), Emperador y Galileo (1873), La
unión de la juventud (1869), Espectros (1881), La casa de Rosmer
(1886), La dama del mar (1888), Hedda Gabler (1890), Juan
Gabriel Borkman (1896), Despertaremos de nuestra muerte (1899
LA FRASE:
“Pueden prohibirme seguir mi camino, pueden intentar
forzar mi voluntad. Pero no pueden impedirme que, en el fondo de mi alma, elija
a una o a otra”.
LA OBRA
EDDA GABLER
Hedda
Gabler, una obra escrita en 1891, la cual hace referencia de una realidad
histórica y cambiante, donde la mujer se
interpreta a sí misma y es interpretada por el hombre de conformidad con el
momento histórico en que vive.
El
personaje principal de la obra "Hedda Gabler", representa a una mujer
generadora de problemas, la
cual a su vez se encuentra en constante conflicto con
su propia realidad histórica, donde sus problemas afloran por el miedo a perder
el amor, la
insatisfacción del deseo propio y necesidades propias; surgen los mecanismos de
defensa: manipular antes de sentirse sumisa, hacer sufrir antes de que la hagan sufrir.
A
través de la historia Hedda emprende un viaje en búsqueda de la liberación y de
la posibilidad de desenvolverse de manera independiente en un contexto social
sin miedo al qué dirán, e intenta identificarse con un supuesto ideal de
libertad, y no seguir siendo un objeto en manos de su marido, por lo que
siempre está construyendo escenarios, preguntándose por su ser de mujer: ¿cómo
se es una mujer libre?. Al sentirse incapaz de responder su pregunta le encauza
la pregunta a otra mujer, aún cuando esta sea su rival (Thea).
Sin
embargo su destino y posibilidades están definidos por limitaciones "No se nace mujer, se llega a serlo"
(Simone de Beauvoir)
Al
no poder encontrar la respuesta en ella misma, evidencia su propia falta con
respecto a la feminidad, por lo que recurre a la manipulación y actos
antisociales como una forma indirecta de sentir el papel de mujer anhelado, y
aún teniendo esa rivalidad con Thea ya que ésta logra lo que ella (Hedda)
siempre a anhelado. Hedda logra vivir a través de Thea la libertad que tanto
quiere y a la vez tanto teme.
Edda
Gabler está escrita en esa época de
transición entre la edad democrática y la edad caótica propia de los cambios
fundamentales. Ibsen es un dramaturgo ejemplar. “Edda es una dramaturga que escribe con las vidas de los demás,
afirma Harold Bloom, su inteligencia es maligna no debido a las circunstancias
sociales sino a su propia naturaleza, por el gusto de ejercer su propia
voluntad”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario