"UN HOGAR SIN LIBROS ES COMO UN CUERPO SIN ALMA"
"VEO QUE ME HA SUCEDIDO LO MISMO QUE OCURRE A LOS MANUSCRITOS PEGADOS EN SUS ROLLOS TRAS LARGO TIEMPO DE OLVIDO:HAY QUE DESENROLLAR LA MEMORIA Y DE VEZ EN CUANDO SACUDIR TODO LO QUE ALLÍ SE HALLA ALMACENADO"
SENECA-

miércoles, 21 de septiembre de 2011



El Autor:

David Herbert Richard Lawrence

 Continuamos por el mismo sendero de las dos  novelas anteriores  explorando los sentimientos y la sexualidad humana. Hoy  haremos un viaje por la obra “El Amante de Lady Chatterlay”, del escritor David Herbert Richard Lawrence quien nace 11 de septiembre de 1885 y muere  el  2 de marzo de 1930 fue autor de novelas, cuentos, poemas, obras de teatro, ensayos, libros de viaje, pinturas, traducciones y crítica literaria.



Las opiniones de D.H. Lawrence sobre los sentimientos y la libertad sexual  le causaron múltiples problemas personales: su obra fue objeto  de censura en Inglaterra y Estados Unidos; por otra parte, la interpretación sesgada de aquella a lo largo de la segunda mitad de su vida fue una constante. Como consecuencia de ello, hubo de pasar la mayor parte de su vida en un exilio voluntario,  en su "peregrinación salvaje" como el mismo afirmaba.



La Frase:

"Siempre hay la hiena de la moralidad en la puerta del jardín, y el lobo real en el final de la calle."



La obra:


“EL AMANTE DE LADY CHATTERLAY”

Lamejor obra de Lawrens es  El amante de Lady Chatterley, publicado por primera vez  en Florencia en 1928. Narra la historia de amor entre una mujer rica, casada, Constance Chatterley, y el guarda bosques que trabaja en la hacienda de su marido. Una herida de guerra ha dejado a su marido, Sir Clifford,  impotente y paralizado de la cintura para abajo. Constanza tiene una breve aventura con un joven dramaturgo y luego entra en una apasionada relación  con el guardabosque, Melloers Oliver.  

Pero lo que escandalizó a los guardianes de la moral no fueron sólo las sofocantes y minuciosas descripciones eróticas, sino sobre todo la transgresión de los tabúes sociales, el velo de hipocresía con que se quiere cubrir el único acto verdaderamente humano: El erotismo. Lo peor no era que Lady Chatterley le fuera infiel a su marido entre los zarzales del bosque, sino que el objeto de sus pulsiones sexuales fuera un peón  de su finca.


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