FRANCOISE SAGAN
Seudónimo
de Françoise Quoirez, escritora francesa cuyas obras cuestionan las diferencias
entre la literatura popular y la más comprometida. Nacida en la localidad de
Cajarc, destacó de niña por su inteligencia, aunque era muy indisciplinada. A
los 19 años se hizo famosa con la publicación de su primera novela, Buenos
días, tristeza (1954), que obtuvo el Premio de la Crítica. Sagan
escandalizó a los lectores franceses con una sencilla historia sobre una
adolescente sensible y amoral, atrapada entre un padre frívolo y un amante que
no desea, narrada en un estilo fragmentario y desencantado. Con el tiempo, esta
novela ha sido considerada no sólo como el reflejo de cierta sensibilidad de la
época. Después de esta novela aparecieron otras con idéntico éxito, todas ellas
basadas en el tema del amor, y la melancolía: Cierta sonrisa (1956), Dentro
de un mes, dentro de un año (1957), ¿Le gusta Brahms? (1959) y Las
maravillosas nubes (1961). Acusada de practicar una escritura fácil, artificiosa
y monótona, Sagan abordo otros géneros
literarios. Cultivó el teatro en Los violines a veces hacen estragos
(1961) y El caballo desvanecido (1966), y escribió también relatos
históricos, como Querida Sarah Bernhardt (1985), y trabajos autobiográficos,
Golpes en el alma (1972), Con mi mejor recuerdo (1984) o Mis
respuestas (1984).
LA FRASE:
“A
este sentimiento desconocido cuyo tedio, cuya dulzura me obsesionan, dudo en
darle el nombre, el hermoso y grabe nombre de tristeza. Es un sentimiento tan total,
tan egoísta, que casi me produce vergüenza, cuando la tristeza siempre me ha
parecido honrosa. No la conocía, tan solo el tedio, el pesar, más raramente el
remordimiento. Hoy, algo me envuelve
como una seda, inquietante y dulce, separándome de los demás”.
LA OBRA
Es
la primera novela de Francoise Sagan. En 1954, una niña, voluntariosa, de diez
y ocho años, hija de papi, coge el bolígrafo y escribe una novela que refleja
su época.
La
historia nos cuenta que Cecil, una
niña infeliz, pasa sus vacaciones
con su padre y la amante de éste en la Costa Azul. Todo aparentemente
transcurre dentro de la más absoluta normalidad, hasta que un buen dia su padre
decide casarse con su amante, Anne, una mujer seria y de carácter que podría
romper el equilibrio en que vivían, la indolente existencia familiar. Cecil,
ante la situación que se le presenta,
ante el temor de perder la existencia
que lleva, trama un complot para que los
proyectos de su progenitor se vayan al traste. Triunfa en su propósito pero
todo termina en tragedia. Cecil hablaba de la vida con su padre de quien afirmaba: “Mi padre era frívolo, de
una irremediable frivolidad”. Como ejemplo podemos citar el siguiente párrafo
del libro:
“Ya alta la noche hablamos del amor y de sus complicaciones. En
opinión de mi padre eran todas imaginarias. Rechazaba por sistema los conceptos
de fidelidad, de seriedad, de compromiso. Decía que todos eran arbitrarios y
estériles. Esto, en boca de otro, me habría chocado. Pero le conocía y sabía
que tales ideas no eran en él incompatibles con la ternura y el afecto, y que
se dejaba llevar con más frecuencia de tales sentimientos por estimarlos,
efectivamente, provisionales. Este concepto de las cosas me seducía: amores
rápidos, violentos, fugaces. A mí edad no seduce mucho la fidelidad. Sabía muy
poco todavía del amor, de los encuentros, de los besos, de las fatigas”.
Adentrarse en el mundo de
Buenos Días Tristeza es tener una agradable aventura de la cual sales
renovado, sintiéndose más libre y más serio, y porque no, también más
irresponsable.
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