"UN HOGAR SIN LIBROS ES COMO UN CUERPO SIN ALMA"
"VEO QUE ME HA SUCEDIDO LO MISMO QUE OCURRE A LOS MANUSCRITOS PEGADOS EN SUS ROLLOS TRAS LARGO TIEMPO DE OLVIDO:HAY QUE DESENROLLAR LA MEMORIA Y DE VEZ EN CUANDO SACUDIR TODO LO QUE ALLÍ SE HALLA ALMACENADO"
SENECA-

martes, 20 de septiembre de 2011


SIMONE DE BEAUVOIR

EL SEGUNDO SEXO

El Autor:

Simone de Beauvoir.


              Novelista francesa existencialista y feminista. Hasta 1943 fue profesora de filosofía. Tras conocer a Jean Paul Sartre en la Sorbona, en 1929, se unió estrechamente al filósofo y su círculo. En su primera novela, La invitada (1943), exploró los dilemas existencialistas de la libertad, la acción y la responsabilidad individual, temas que aborda igualmente en novelas posteriores como La sangre de los otros (1944) y Los mandarines (1954), novela por la que recibió el Premio Goncourt. Las tesis existencialistas, según las cuales cada uno es responsable de sí mismo, se introducen también en una serie de obras autobiográficas, entre las que destacan Memorias de una joven de buena familia (1958) y Final de cuentas (1972). Sus obras ofrecen una visión sumamente reveladora de su vida y su tiempo. Entre sus ensayos escritos cabe destacar El segundo sexo (1949), un profundo análisis sobre el papel de las mujeres en la sociedad; La vejez (1970), sobre el proceso de envejecimiento donde critica apasionadamente la actitud de la sociedad hacia los ancianos, y La ceremonia del adiós (1981), donde evoca la figura de su compañero y colega de tantos años, Jean Paul Sartre.                                                                   

SIMONE DE BEAUVOIR/  1908-1986

LA FRASE

A pocos meses de iniciada su  relación con Nelson Algren, éste, le pidió que se casara con él y se fueran a vivir a Chicago. De mala gana, lo rechazó y explicó: “La razón por la cual no me quedo en Chicago es precisamente esta necesidad que siempre he tenido de darle a mi vida un sentido a través del trabajo. Tú tienes la misma necesidad, y es una de las razones por las cuales nos entendemos tan bien. Quieres escribir libros, libros buenos... yo también. Quiero comunicarle a las personas la forma de pensar que es la mía y en la que creo. Dejaría de viajar y todo tipo de diversiones, dejaría amigos y la dulzura de París con tal de poder seguir contigo; pero no sería capaz de vivir sólo para la felicidad y el amor, no podría dejar de escribir en el único lugar donde lo que escribo y mi trabajo pueden tener un sentido”. 



La obra:



EL SEGUNDO SEXO



Las palabras de Simone De Beauboir  a su novio  Nelson Algren en 1947 indican que  fue una revelación para ella. Con Algren, afirmó, el corazón, el alma y la carne eran uno y lo mismo. Sus sentidos palpitaban como nunca antes. Era la clase de sentimiento por el cual la mayoría de las personas "dejan todo" con gusto. Pero Simone de Beauvoir no era la mayoría de las mujeres, necesitaba  su independencia y  libertad absoluta para poder expresarse. De una forma u otra repitió estas palabras diversas veces a lo largo de su vida, y al hacerlo, a menudo,  parecía estar diciendo: "¿Dejar París? ¿Dejar la lengua francesa? ¿Dejar a Sartre?" Sus críticos más severos querían destruirla y  se abalanzan sobre esta afirmación, como si probara que la feminista más famosa del siglo, a fin de cuentas, no fuera sino otra mujer sometida a un Gran Hombre, a Sartre.  Lo cierto es que es difícil separar esas frases. Para ella, me parece, en realidad eran una sola cosa: La manifestación de su trabajo, de su voluntad,   dirigidas a su independencia real. En EL SEGUNDO SEXO, Simone de Beauvoir  se aplicó a la investigación y redacción de un ensayo  de la condición de su propio sexo con tanto apasionamiento y constancia que transformó una polémica en uno de los libros más importantes del siglo XX. -


 


 


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